El uso de las tarjetas como forma de pago tiene una larga y fascinante historia, y es que ha evolucionado a lo largo de los años, desde las simples tarjetas de papel hasta las avanzadas tarjetas de plástico o tarjetas PVC, que hoy en día utiliza gente de todo el mundo. Echemos un vistazo a la evolución de las tarjetas de PVC desde su invención hasta nuestros días.
Los orígenes de la tarjeta de crédito
El concepto de crédito se remonta al menos a la antigua sociedad mesopotámica. En el siglo XIX, los comerciantes de EE.UU. empezaron a emitir tarjetas de papel a sus clientes para fomentar la repetición del negocio. La primera tarjeta de crédito ampliamente utilizada fue la tarjeta Diner’s Club, emitida en 1950. Esta tarjeta se utilizaba principalmente para pagar facturas de restaurantes y otros gastos.
La invención de la tarjeta de PVC
La invención de la tarjeta de PVC se produjo en 1959, con el desarrollo de una fibra de plástico llamada fibra vulcanizada. Esta fibra se desarrolló en Gran Bretaña y se utilizó por primera vez en el mercado estadounidense. Sin embargo, el uso de la fibra vulcanizada para tarjetas fue limitado y las tarjetas de papel siguieron siendo la principal forma de pago hasta la década de 1970, cuando se inventó la primera tarjeta de PVC. La tarjeta de PVC era una opción muy superior a las tarjetas de papel, ya que era más resistente al desgaste y también podía almacenar más información que las tarjetas de papel.
La adopción de la tarjeta de PVC
La adopción generalizada de la tarjeta de PVC no tardó en llegar. En pocos años, se había convertido en la forma de pago preferida en muchos países. Esto se debió en gran parte a sus ventajas sobre las tarjetas de papel. Más seguras, más capacidad de almacenamiento, mayor durabilidad y mayores niveles de encriptación y autenticación las hacía aún más seguras para las transacciones.
La aparición de la tarjeta de PVC moderna
La aparición de la tarjeta de PVC moderna se remonta a la introducción de las bandas magnéticas en la década de 1980. Estas bandas magnéticas permitían almacenar más datos y procesar las transacciones más rápidamente, haciéndolas aún más seguras. La introducción de la tecnología de chip en los años 90 permitió almacenar aún más datos y mejoró aún más la seguridad de las tarjetas de PVC. El chip posibilitó la introducción de la autenticación de dos factores y permitió protocolos de encriptación y autenticación aún más complejos.
El futuro de las tarjetas de PVC
Las tarjetas de PVC son una opción fiable y segura para las transacciones y se utilizan cada vez más en todo el mundo. En los últimos años, se empiezan a ofrecer alternativas más sostenibles a las tarjetas de PVC tradicionales. La contribución de las tarjetas de PVC a un futuro más sostenible es evidente y es más que seguro que sigan siendo la opción preferida de pago durante muchos años.
Foto: forbes.es